Un microchip es del tamaño de un grano de arroz y se implanta debajo de la piel de tu mascota, entre los omóplatos. Contiene un número único para tu mascota que se utiliza como identificador cuando es escaneado por un refugio o veterinario, como la placa de un coche. ¡Los microchips mantienen a las personas y a las mascotas juntas!
A pesar de tus mejores esfuerzos, tu mascota podría escaparse por una puerta o portón abierto y desaparecer. Recomendamos un collar y una placa de identificación, pero ten en cuenta que podrían caerse. Si microchipas a tu mascota, las probabilidades de reunirte con tu mejor amigo son mucho mayores.
Es importante registrar tu información de contacto en un registro (base de datos) y mantenerla actualizada para que puedan contactarte en caso de que tu mascota se pierda. Si cambias tu número de teléfono o dirección, no olvides actualizar la información del microchip de tu mascota.